Descubriendo San Marino y toda su historia en menos de 24 horas
Hace un tiempo atrás, cuando estuve en Italia con un grupo de amigos, tomamos la acertada decisión de escaparnos a San Marino, o mas conocida como «Serenisima República de San Marino».
Hablamos de uno de los países mas pequeños del mundo, tiene solo 61,2 km² y cuenta con 31.448 habitantes. Algunos decían que visitar San Marino podía ser una perdida de tiempo, al ser un lugar tan pequeño, muchos creyeron que no había nada para conocer. Bueno les puedo decir que se equivocaron.
Así que decidimos emprender nuestro viaje, y aprender un poquito más de la historia medieval que se esconde detrás de este hermoso país. Toda la ciudad está en un monte, y por tanto, vayas donde vayas, toca subir o bajar. Hay escaleras y algún ascensor. Las escaleras las vimos a la ida, el ascensor a la vuelta. Mala suerte.
Tras pasar las puertas de la ciudad, el paseo tiene varios atractivos que te introducirán en una hermosa historia medieval.
El primero -para mí- y más espectacular son sus vistas panorámicas de toda la zona, arbolada y muy agradable. A medida que recorríamos sus calles empedradas podíamos ver leguas de horizonte a los cuatro puntos cardinales.
Otro punto de interés es la ciudad en sí, con su aspecto medieval y diversos lugares, como por ejemplo el campo para practicar la ballesta –actividad que aún conservan, y de la que hacen encuentros y torneos “de época”- o distintas calles con encanto.
Y hablando de ballestas, parece que otra de las cosas típicas de San Marino, aunque personalmente está al final de mi lista de interés, son las reproducciones de armas de fuego, navajas, machetes, espadas y demás parafernalia. Las verás por muchas tiendas.
Siguiendo el recorrido llegamos a lo que vendría a ser la plaza mayor, llamada Piazza della Libertà, con su estatua de la libertad incluida, y un gran paisaje de fondo. En la misma plaza está el Palazzo Pubblico, donde la población suele hacer una de sus típicas ceremonias de cambio de guardia durante los meses de verano. La ceremonia en sí no tiene gran misterio, y salvo que te encuentres con ella por casualidad -como sucedió en nuestro caso-, debo ser honesto y decirles que no se encuentra en mi lista de prioridades.
Lo que si te generara esta ceremonia, es que por un par de minutos sentirás que eres parte de la historia de San Marino. Veras a sus ciudadanos con sus banderas, espadas, sus trajes marchando a un solo ritmo. Algo que por momentos resulta mágico.
Luego de la ceremonia, caminando por las hermosas calles adoquinadas de este sitio, nos dirigimos a las tres torres las cuales se encuentran en el monte Titano.
Poco a poco dejamos la ciudad, caminando hacia la primera y segunda torre, y por pleno monte hasta la tercera. Es un paseo grato, entre árboles, grandes acantilados y espectaculares vistas. Entre ramas podrás disfrutar de increíbles momentos de historia medieval.
Así llegamos a la primera torre llamada Guaita o Rocca del siglo XI luego reformada y amurallada, la segunda torre quien posee el nombre de Cesta del siglo XIII es la mas alta de las tres, según información que recibimos del centro turístico.
Y para la tercera torre, Montale, dejamos el empedrado y accedimos a través de un bonito parque natural. Es la torre más alejada, utilizada como calabozo. Les puedo contar que no hacía falta invertir en seguridad, está más apartada, y la puerta se alza bastantes metros sobre el suelo. En esencia, se mete al preso dentro, se cierra la puerta, y te llevas las escaleras.
Toda la ciudad está muy bien cuidada, y es fácil entretenerse con cualquier rinconcito. Caminando por la ciudad también pudimos disfrutar de su gastronomía.
Si no has llevado tus viandas, el paseo entre las torres está repleto de restaurantes variados, y si hiciste como nosotros, viajar por la mañana, en el paseo de ida podrás mirar precios y menús, y a la vuelta sentarte en el que más te guste.
Te recomiendo que si estas en Europa te des una vuelta por San Marino, uno de los países más pequeños, históricos y bellos que pude conocer en mi estadía por el continente. Te aseguro que descubrir este país con su historia medieval que esconde en ella, no sera una perdida de tiempo.
